Comprendo perfectamente tu nerviosismo ante el llanto de tu hijo. Sinceramente (¡ahora y siempre!), me identifico con lo duro que es oír llorar a tu hijo. Yo también he estado en esa situación. Pero para ser sincera, no hay forme de cambiar hábitos de dormir sin lágrimas. Quien diga lo contrario no es sincero. Los bebés lloran por muchas razones. Es su única forma de comunicarse y de protestar contra los cambios. Algunas lágrimas son inevitables, pero también se pueden controlar, al contener a tu hijo de otra manera. Parte de lo que hace que el apoyo individual que ofrezco sea tan valioso para los padres, especialmente para los que están nerviosos, es que siempre estoy a su disposición para responder a sus preguntas y proporcionarles el consejo y el ánimo que necesitan cuando tienen dudas.

Sí, ¡exactamente! El sueño funciona de forma simbiótica, y lo que ocurre durante el día puede afectar al sueño nocturno (y viceversa). Cuando elaboro un plan de sueño, miro el panorama general, y puedes esperar mejoras en todas las situaciones de sueño.

No, no tienes por qué dejar de dar el pecho (si no quieres) y dormir bien puede coexistir armoniosamente con la lactancia. De hecho, dormir bien favorece la relación de lactancia cuando tanto la madre como el bebé están bien descansados. Pero independientemente de cómo elijas alimentar a tu bebé, yo estoy aquí para apoyarte.

No es necesario que tu bebé tenga su propia habitación. Puede seguir compartiendo habitación con él. Sin embargo, por razones de seguridad, recomendamos que tenga su propia cuna (si es menor de 3 años) o cama (si es mayor de 3 años).

Por lo general, los problemas de alimentación no impiden que los bebés se conviertan en grandes dormilones, y un gran porcentaje de bebés experimentan un problema de alimentación u otro problema gastrointestinal, ya sea reflujo, alimentación o aversión al biberón. Por lo general, la alimentación mejora a medida que mejora el sueño. Si te preocupan las condiciones médicas de tu hijo, asegúrate de hablar con tu pediatra antes de iniciar este proceso.

Por supuesto que sí. Incluso con niños de carácter fuerte, hay muchas formas de ayudarles a dormir. Es posible que los métodos deban adaptarse ligeramente a su personalidad y necesidades, pero con paciencia, constancia y un enfoque individualizado, sin duda podemos hacer progresos. Los niños de carácter fuerte suelen beneficiarse de estructuras claras y de una orientación cariñosa pero firme.

Imagina que soy como tu entrenador personal de nutrición. Si tu entrenador te da el plan de entrenamiento y nutrición perfecto, pero te vas a casa todas las noches y te comes un montón de donuts... la báscula no se moverá, ¿verdad? Lo mismo ocurre con el sueño. Invierto mucho tiempo en conocer a cada niño y a cada familia y en crear un plan que sé que les funcionará. Sin embargo, en última instancia, te toca a ti hacer el trabajo duro (¡con mi apoyo!).